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Un número: 155

Hay días en los que ser madre no es fácil. Días en los que miro alrededor y me pregunto si este mundo es el que quiero que vivan mis hijas. Hoy es uno de ellos. 155. Pocas veces un número dijo tanto y tan feo.

Fuego

Hay fuego. Arde Galicia, arde León y arde Asturias. Tengo dos hijas, dos mujeres que, el día de mañana, vivirán en un planeta que un día llamamos el planeta azul. Tenemos una responsabilidad para con nuestra tierra y para con nuestros hijos. Mis niñas, lucharemos por un mundo mejor, votaremos por un mundo mejor.

La realidad

La realidad se impone cuando tienes dos: a veces hay que dejar llorar a una para atender a la otra. Y cuando aprendes eso y entiendes que no eres la peor madre del mundo, parece un poco más fácil disfrutar de la maternidad.

El mar

Supe que estaba embarazada antes de saberlo. Estábamos de vacaciones con unos amigos en Llanes y me sentía poderosísimamente atraída por el mar. Sentía que me calmaba, que me bajaba las pulsaciones, que me relajaba, que me perdía en medio del océano, que me conectaba a una realidad que, sin yo todavía saberlo, comenzaba a crecer en mi. No he vuelto a tener esa sensación. Irene también sintió el mar desde dentro de mí y, sin embargo, no le produjo el mismo impacto. Lo demás: los asquitos y las ganas de hacer pis en cualquier rincón cada tres minutos, no es nada reseñable. .... El Cantábrico siempre estará unido a nosotras. El Cantábrico siempre me recordará al viaje más apasionante y más difícil que he realizado nunca....

Antes

Antes de que llegarais no supe que tendría tanto sueño. Ni que iba a sonreír tanto. Ni que iba a ser tan bonito. Pero lo tengo, lo hago y lo es. GRACIAS.